Roger Smith nació en Johannesburgo, Sudáfrica, en 1960. Antes de dedicar su vida al crimen trabajó como guionista, director y productor. Inspirado por la obra de escritores como Richard Stark, Elmore Leonard y Jim Thompson, Smith llevaba años deseando escribir una novela de ficción criminal. «Sin embargo, durante el apartheid, escribir sobre crimen en Sudáfrica parecía un ejercicio inútil: teníamos un crimen mucho peor que afrontar antes. Desde la retirada de Mandela, los dirigentes del país pasaron a ser mucho más interesados y corruptos, como tienden a ser los políticos. El apartheid ha terminado, pero el elevado número de crímenes violentos, la pobreza y el índice más elevado de VIH/SIDA del mundo presentan nuevos desafíos que, en gran medida, nadie está abordando». Así pues, en 2007, inspirado por la violencia y la corrupción que veía a su alrededor, Smith decidió ponerse manos a la obra y escribió Mixed Blood, un relato nada complaciente del confuso laberinto de identidad racial de la Ciudad del Cabo post-apartheid. Publicada en 2009, esta ópera prima le valió el Deutschen Krimi Preis en Alemania, donde Smith se convirtió en una estrella prácticamente de la noche a la mañana, y fue nominada al premio Spinetingler a la mejor novela en Estados Unidos.
Smith empleo sus dos siguientes novelas para abordar la problemática de las sobrepobladas prisiones de su país (Wake Up Dead, 2010) y la prevalencia de un pasado violento y tribal (Diablos de polvo; Es Pop, 2012), convirtiéndose en apenas un par de años en uno de los nuevos nombres clave de la narrativa sudafricana. Con su cuarta novela, Capture (2012), cambió ligeramente de tercio para, sin abandonar el género, enfocar su atención en el ámbito familiar, tendencia que continuó con Sacrifices (2013) y Man Down (2014), todas las cuales están protagonizadas por matrimonios obligados a tomar decisiones moralmente complejas a causa de un crimen.
Con Nowhere (2016), Smith recuperó a su personaje fetiche, el policía zulú Disaster Zondi, para abordar de nuevo el complejo panorama político y social de su país mediante un nuevo y brutal caso marcado por la corrupción. Cuando se aparta de su Sudáfrica natal, Smith prefiere escribir con seudónimo, cosa que hizo en Vile Blood, novela de horror firmada como Max Wilde en 2012, y en The Truth Itself y Ash, sendos thrillers de espionaje a la americana publicados como James Rayburn en 2017 y 2019 respectivamente.