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Carpeta de serigrafías «Señores del Caos»

15 de noviembre de 2013

Con motivo de la publicación de Señores del caos, Miguel Porto, portadista e ilustrador de la edición española de este clásico del periodismo cultural y musical de Michael Moynihan y Didrik Søderlind, ha creado una carpeta compuesta por tres serigrafías a dos tintas en las que plasma su fascinación por la iconografía del black metal noruego. Se trata de una serie numerada y firmada de 99 ejemplares, editada por Vidas de papel en colaboración con Es Pop Ediciones.

Como bien saben nuestros lectores habituales, una de nuestras principales preocupaciones a la hora de editar ha sido desde un primer momento el aspecto estético y visual de nuestras publicaciones. Nos gustan los libros llamativos, bellos, marcados por la imagen. Y nos encanta, sobre todo, el hecho en sí de trabajar con ilustradores, de ir descubriendo junto a ellos las posibles lecturas plásticas de las obras que editamos. Ver cómo la esencia de esas obras queda interpretada a través de la sensibilidad y la personalidad estética de cada uno de los artistas con los que hemos tenido la fortuna de colaborar hasta ahora.

Por ese mismo motivo, queríamos celebrar que el lanzamiento de Señores del caos coincide con que Es Pop Ediciones cumple sus primeros cinco años de vida para embarcarnos en un proyecto especial. Y como además queríamos asegurarnos de que fuera gráficamente deslumbrante, qué mejor para ello que recurrir a la experiencia y el buen hacer de Vidas de papel, cuyas magnificas carpetas de serigrafías en colaboración con algunos de los más destacados ilustradores e historietistas del panorama español contemporáneo han pasado rápidamente a marcar la pauta de excelencia en lo que a reproducción de obra gráfica se refiere.

De este modo, la carpeta de Señores del caos incluye tres nuevas variaciones realizadas por Miguel Porto a partir de ilustraciones creadas originalmente para la edición del libro, serigrafiadas a dos tintas sobre papel Conqueror Connoisseur 300 gramos de 15×20 cm. Las serigrafías, firmadas, numeradas y acompañadas de un certificado de autenticidad, van alojadas en una carpeta grabada a láser sobre cartulina 380 gramos de color negro-mate y pueden adquirirse tanto en la web de Vidas de papel como en la tienda digital de Es Pop. Así mismo, la carpeta puede comprarse de manera individual o como parte de un pack junto al libro de Moynihan y Søderlind.

Publicado originalmente por una de las editoriales más rabiosamente alternativas e independientes de Estados Unidos, Feral House, Señores del Caos va mucho más allá de la mera crónica musical para ofrecer un completo y exhaustivo retrato periodístico que toca por igual cultura y crimen, sociología y crónica negra, ocultismo y religión. Moynihan y Søderlind desmenuzan al detalle la historia del Black Metal noruego, analizando tanto sus raíces musicales, políticas y sociales como sus consecuencias artísticas, éticas y criminales, reflejando no sólo el aspecto más sensacionalista y salvaje del movimiento sino también su lado más elegante y apasionado: la lucha a vida o muerte de unos pocos pero dedicados jóvenes dispuestos a elevarse por encima de la mediocridad y la complacencia imperante a su alrededor, aunque fuese desde el extremismo.

Tal como explica el escritor Javier Calvo en su prólogo para la edición española, el Black Metal fue un «fenómeno de vanguardia genuino, en el sentido de cortar con el pasado e inventar sus propias premisas. Es un caso único, aberrante incluso. El punk, por ejemplo, fue una vanguardia generada en el centro del sistema musical, en la metrópolis, con la maquinaria del marketing en marcha y la atención de los medios. El BM, en cambio, nació en la periferia absoluta, en el sótano de una tienda de discos de Oslo. De hecho, lo inventaron una docena de adolescentes sin ninguna clase de formación, chavales inadaptados, fans de Tolkien y el metal. Fue un movimiento genuinamente pagano en el sentido de bárbaro, alejado de cualquier centro de producción cultural». Por todo ello, concluye Calvo, el Black Metal «es una imagen borrosa de iglesias en llamas y sesos desparramados por el suelo. Es una mitología del norte. Es una leyenda violenta y absurda, como los ataques de los surrealistas a galerías de arte o los paseos en lancha de los Pistols por el Támesis, aunque mucho más terrible».

Señores del caos es fruto de años de trabajo dedicados al estudio del movimiento Black Metal, y el cuidado y la atención aportados por los autores queda patente en su esfuerzo por plasmar las contradicciones y diferencias que anidan tanto en en el estado del bienestar de una de las democracias más estables, seguras y acomodadas del mundo como dentro de la propia escena musical alternativa, desmontando el simplista retrato ofrecido por la prensa sensacionalista. Para Moynihan y Søderlind, el mundillo del Black Metal aporta reflexiones legítimas sobre el arte, la ética y la política, pero nunca pierden de vista lo extraños que pueden llegar a ser sus habitantes. Más allá de las fantasías de satanismo, neopaganismo y nacionalsocialismo, más allá de la quema de iglesias medievales y de la deriva hacia delitos más graves que acabarían dando triste fama al fenómeno, Señores del caos es por encima de todo un trabajo periodístico de primer orden sobre un fenómeno que a pesar de haber nacido como movimiento genuinamente marginal y underground acabó sacudiendo a todos los niveles la sociedad que lo engendró.