El otro Hollywood no es una guía de películas. Tampoco un tratado a favor o en contra de la pornografía. Tal como indica su subtítulo, se trata de una historia oral «de la industria» que recoge las experiencias reales –positivas y negativas– de más de un centenar de personas de todo tipo, desde los directores, actrices y actores que la levantaron y consolidaron en los años 60 y 70 hasta las autoridades y otras voces críticas que intentaron ponerle coto, para trazar su transformación de fenómeno marginal a negocio multimillonario que ha acabado por impregnar toda nuestra cultura. Legs McNeil, coautor del celebrado Por favor mátame, la historia oral del punk, se sirve de cientos de entrevistas originales, atestados policiales, recortes de prensa contemporáneos, testimonios judiciales y demás documentos, para seguir el progreso a lo largo de cinco décadas de tres grupos en colisión permanente: los cineastas que realizaron las películas; las turbias figuras del submundo que las financiaron y distribuyeron; y las fuerzas de la ley que intentaron acabar con la industria.
Los relatos aquí reunidos oscilan entre lo sórdido, lo disparatado, lo brutal y lo conmovedor, desde el hampón con ínfulas de autor que produjo Garganta profunda hasta el empresario que colgó en Internet el vídeo de Pamela Anderson y Tommy Lee; de la violenta caída en desgracia de John Holmes y su implicación en los asesinatos de la Avenida Wonderland a la autodestrucción de Savannah; de la desconocida investigación encubierta llevada a cabo por agentes del FBI a la improbable historia de amor entre las estrellas del porno John Stagliano y Tricia Deveraux; pasando, cómo no, por el escándalo Traci Lords. A través de las voces de personajes como Linda Lovelace, Marilyn Chambers, Traci Lords, Fred Lincoln, Annie Sprinkle, John Holmes, Sharon Mitchell, Ron Jeremy, Ginger Lynn, John Waters, Jill Kelly, Tim Connelly, Nina Hartley, Tommy Byron o Cicciolina, El otro Hollywood le brinda a la industria del cino porno aquello que faltaba en todas sus crónicas anteriores: una vívida, tragicómica e irresistible humanidad.
«Sin duda alguna, estamos ante uno de los mejores libros de cine publicados en nuestro país en mucho tiempo. Se erige como un testimonio dinámico, veraz y tremendamente revelador de toda una época, de toda una visión del cine, de toda una industria».
— Antonio José Navarro, Dirigido por
«Es apéndice y al tiempo hermanastro del Moteros tranquilos, toros salvajes, de Peter Biskind, y como aquel también un tratado de antropología. Se trata, sin duda, del mejor libro de cine de los últimos tiempos amén de un auténtico pasapáginaso».
— Rubén Lardín, Cinemanía
«Un libro modélico que junto a su tema principal desarrolla tramas propias de la mejor novela negra, debates políticos en torno a los derechos civiles y pautas de funcionamiento que nos dicen más del capitalismo que muchos tratados de economía aplicada».
— Antonio Marcos, Culturas